Sin duda, la corbata es el accesorio masculino por excelencia. Escoger la correcta y saber combinarla con las demás prendas de un outfit habla mucho de la elegancia y el sentido del estilo del caballero.
La combinación más sencilla es la mezcla de colores sólidos con colores sólidos. Esto quiere decir que tanto la corbata, la camisa y como el saco no tienen diseño alguno. Lo importante, es escoger el color de corbata con el que uno se sienta más a gusto ya que, por lo general, no tendría ningún problema de combinarse con una camisa blanca y un saco azul marino, negro o gris. Los colores de corbatas básicos que debe haber en el guardarropa masculino son el azul, el rojo vino y negro.
La cosa se complica cuando las prendas tienen un patrón de diseño. En este caso, las reglas básicas de combinación son las siguientes:
Si la camisa y la corbata tienen el mismo patrón de diseño, asegurarse de que las escalas o tamaño sean diferentes. Por ejemplo, si la corbata y la camisa son a rayas, las rayas de la corbata deberán ser más gruesas que las rayas de la camisa y viceversa.
Si la camisa y la corbata tienen diferentes patrones de diseño, asegurarse de que las escalas sean similares. Por ejemplo, si la camisa es de rayas delgadas y la corbata de lunares, los lunares deberán ser delgados también.
Si se desea combinar una corbata, camisa y saco con el mismo patrón de diseño, por ejemplo rayas, se sugiere que las rayas más delgadas sean las de la camisa, seguida por la del saco y por último, las rayas más gruesas y coloridas se luzcan en la corbata.
Si se tiene dos prendas de diseño de rayas – saco y camisa – y otra de algún tipo de diseño – corbata de cuadros por dar un ejemplo – las rayas deberán ser distinto patrón o tamaño y la prenda de diseño diferente, en este caso la corbata, deberá tener un patrón compatible a las rayas más anchas.
El arte de combinar diseños no es una gran ciencia, solo requiere de observación, práctica y de un poco de buen gusto.