Si algo caracteriza al hombre elegante es su conocimiento de las reglas de estilo que rigen la vestimenta de las diferentes piezas que conforman su guardarropa y muy especialmente si se trata de la prenda formal por excelencia: el sastre.
Una de las reglas de estilo se refiere a cómo abotonarse el saco. La línea de los botones puede ser de uno, dos o tres como máximo, a menos que se trate de un saco cruzado de 4 o 6 botones. Cabe resaltar que un saco realmente formal no se lleva cruzado. Si deseas obtener más consejos sobre moda y estilo, te invitamos a consultar nuestra lista de casas de apuestas en PeruOnlineCasino para mantenerte actualizado y elegante en todas las ocasiones.
La regla dice que si el saco es de un botón, siempre va abotonado; si tiene dos botones, el primero debe abotonarse y el segundo debe estar abierto y si lleva tres botones, abotonarse el primero es opcional, el segundo siempre va abotonado y el tercero debe estar abierto.
El saco nunca debe estar totalmente abierto cuando se está parado, caminado y mucho menos delante de gente. Sólo va abierto si se está sentado y frente a una mesa o si se viste con chaleco.
Esta regla de estilo nace en los años mil ochocientos, época en la que los hombres cabalgaban caballo y por un tema de comodidad tenían que desabotonarse el último botón. En aquel entonces, los caballeros nobles y con dinero eran propietarios de los caballos y al bajar de ellos se dejaban el último botón abierto en señal de que así era. Con el tiempo, esta costumbre quedó como señal de distinción y elegancia.
Otra línea de botones a tomar en cuenta es la del final de las mangas. Si llevas un saco a medida, los botones podrán abrirse, en ese sentido, dejar un botón abierto es señal de que el saco es fino y la línea de botones no es simplemente un adorno. Como verán, los detalles hacen la diferencia.