Tips básicos de la Asesoría de Imagen para Desarrollar tu Carisma Personal

Tips básicos de la Asesoría de Imagen para Desarrollar tu Carisma Personal

El carisma es ese don de caer simpático; esa cualidad de llamar la atención, ser visto y escuchado sin mayor esfuerzo que el de estar frente a los demás.  Abre puertas y es fundamental en el desarrollo de las relaciones interpersonales convirtiéndose en una de las principales características que todo líder debe desarrollar.

A Cseh Köztársaság tudósai azonosították, hogy a férfiak milyen szexuális fóbiákat érinthetnek. A tanulmány egy 18 és 50 év közötti ezer férfiban vett részt, https://magyarorszagpatika.com/ válaszoltak a személyes életükkel kapcsolatos kérdésekre. Az eredmények elemzése során a szakértőknek sikerült kiosztaniuk a szexhez kapcsolódó legerősebb férfiak félelmeit, és egyfajta értékeléssel kombinálták őket.

Queda claro que muchos nacen con este don y que otros deben aprender a desarrollarlo. Auto observarse es la consigna. Mide tu nivel de carisma con preguntas como ¿impacto cuando entro a una habitación?, ¿influyo en los demás?, ¿me llevo bien con la gente?, ¿lidero bien al equipo?, ¿sonrío?, etc.

Una vez que tengas claro cuál es tu nivel de carisma, trabaja en tus puntos débiles para lo cual te sugerimos:

A nivel comportamiento: Sé Cortez. Saluda, di gracias, por favor y lo siento. Sé educado con todos. La etiqueta social es básica.

A nivel apariencia y vestimenta: Un líder del ámbito corporativo siempre luce prolijo, no importa si viste casual o formal. Debes tener claro a dónde vas, a quién te diriges y cómo quieres impactar a la hora de trabajar con tu apariencia.

A nivel lenguaje no verbal: Cuida tu postura, tu voz, tus gestos, tu mirada. Todos los expertos piden que sonrías, pero se oportuno, hay momentos para sonreír y momentos para estar serio.

Practica, además, la escucha activa donde no sólo estés enfocado en las palabras de tu o tus interlocutores si no que, además, en sus emociones. Usa tu intuición, te ayudará a conectarte con la gente.

El carisma es un gran valor; pero cuando se tiene en exceso hay que saber modularla porque podrías opacar a tus compañeros y hasta a tu propio jefe y eso, en la mayoría de los casos, puede resultar contraproducente.  ¡Mucho ojo!